Infección de Oído: ¿Qué es y qué lo causa?

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La infección del oído es una inflamación del oído medio, generalmente causada por una bacteria, y ocurre cuando se acumula líquido detrás del tímpano. Cualquiera puede tener una infección del oído, pero es más común en los niños.

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El nombre científico de la infección del oído es otitis media (OM) y cinco de cada seis niños tienen al menos una infección del oído antes de cumplir los tres años de edad. La infección del oído es, de hecho, la razón más común por la cual los niños son llevados al médico por sus padres.

Tipos principales de infecciones del oído y sus síntomas

Hay tres tipos de infecciones del oído y cada una tiene síntomas diferentes. Estas son:

  • Otitis media aguda (OMA) es la infección del oído más común, en la que partes del oído medio se infectan e inflaman y hay líquido atrapado detrás del tímpano. Esto produce el dolor de oído y en ocasiones el niño puede presentar fiebre.
  • Otitis media con efusión (OME) a veces se presenta después de que la infección del oído ha pasado porque quedó líquido atrapado detrás del tímpano. Podría no presentar síntomas, pero el medico puede ver el líquido detrás del tímpano usando un instrumento especial.
  • Otitis media crónica con efusión (OMCE) se presenta cuando queda líquido en el oído medio por tiempo prolongado o cuando el líquido aparece una y otra vez aunque no haya infección. La OMCE dificulta que el niño pueda luchar contra otras infecciones y podría afectar también su capacidad auditiva.

¿Tiene mi niño una infección de oído? ¿Cómo puedo saberlo?

Gran parte de las infecciones del oído se presentan cuando los niños todavía no saben hablar. Si su hijo no puede decir “me duele el oído”, observe uno de los siguientes signos:

  • se lleva la mano a la(s) oreja(s) y tira de ella(s),
  • se siente molesto y llora,
  • tiene problemas para dormir,
  • tiene fiebre (especialmente en bebés y en niños pequeños),
  • está drenando (saliendo) líquido del oído,
  • se mueve torpemente o tiene problemas de equilibrio y
  • tiene problemas al escuchar o responder a tonos suaves.

Causa de las infecciones del oído

Generalmente la infección del oído se debe a una bacteria y frecuentemente comienza después de que el niño tiene una infección de garganta, resfriado o catarro u otra infección de las vías respiratorias altas. Si la infección de las vías respiratorias altas se debe a una bacteria, ésta puede extenderse al oído medio. Si la infección de las vías respiratorias altas se debe a un virus la bacteria puede sentirse atraída a este medio propicio para el desarrollo de microbios y pasar al oído medio en forma de una infección secundaria. Hay líquido que se va acumulando detrás del tímpano debido a la infección.

El oído tiene tres partes principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído externo o pabellón auricular (la oreja), incluye todo lo que vemos externamente (la hélice o parte curva que se une al lóbulo) y el conducto auditivo, que comienza en la apertura de la oreja y se extiende hasta el tímpano. El tímpano es una membrana que separa el oído externo del oído medio.

El oído medio, que es donde se presenta la infección del oído, está situado entre el tímpano y el oído interno. En el interior del oído medio hay tres huesos muy pequeños o huesecillos llamados martillo, yunque y estribo, cuya tarea es transmitir las vibraciones de sonido desde el tímpano hasta el oído interno. Los huesos del oído medio están rodeados de aire.

El oído interno contiene el laberinto, el cual nos ayuda a mantener el equilibrio. La cóclea forma parte del laberinto y es un órgano en forma de caracol que convierte las vibraciones de sonido provenientes del oído medio en señales eléctricas. El nervio auditivo lleva estas señales desde la cóclea hasta el cerebro. Otras partes cercanas del oído también pueden verse involucradas en las infecciones del oído.

La trompa de Eustaquio es un pequeño canal que conecta la parte superior de la garganta con el oído medio. Su tarea consiste en suministrar aire fresco hacia el oído medio, drenar líquido y mantener la presión de aire entre la nariz y el oído a un nivel constante. Las adenoides son pequeñas almohadillas de tejido situadas detrás de la parte posterior de la nariz, arriba de la garganta y cerca de las trompas de Eustaquio. Las adenoides están constituidas principalmente por células del sistema inmunológico. Se encargan de atacar las infecciones atrapando las bacterias que entran por la boca.

Artículo original: NIDCD


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