Se estima que alrededor de un 6% de los niños afectados por hipoacusia unilateral no están diagnosticados y en muchas oportunidades no se llega a conocer que la causó.
La pérdida auditiva unilateral puede estar presente en el nacimiento, se puede desarrollar lentamente, ocurrir de repente o ir aumentando con el tiempo (lo que se llama pérdida progresiva).
Un niño/a con pérdida auditiva unilateral puede aprender a escuchar y utilizar el lenguaje oral apoyándose en la audición normal de su otro oído.
Para mejorar esta situación algunos niños pueden obtener beneficios del uso de un audífono, de implantes cocleares de conducción ósea y de sistemas FM que acercarán la voz de maestro si el niño está en edad escolar.
10 signos de sospecha
El niño dirige siempre el mismo oído hacia la fuente de la que proceden los sonidos.
Se sienta cerca del televisor, incluso cuando el volumen del aparato es suficientemente alto para los demás.
Sube el volumen del televisor o del equipo de música a un nivel excesivo.
No responde a las voces en el teléfono o cambia constantemente el auricular de un oído al otro.
Alguien le llama en un ambiente ruidoso, mira a ambos lados porque no puede concretar de dónde procede la llamada, o hay que llamarle varias veces pues aparenta estar distraído.
En la calle no localiza, por ejemplo, el ruido de un coche y tiene que verlo primero.
En contextos ruidosos necesita leer los labios del interlocutor para saber qué le dicen.
Tiene dificultad para comprender conversaciones en grupo.
Si se le habla por la espalda no contesta, sobre todo en lugares ruidosos.
Necesita un mayor esfuerzo para entender lo que se le explica en el colegio, y por eso a veces abandona la tarea.
Afecciones de la sordera unilateral (Si no es detectada y tratada temprano):
- Retrasos en el lenguaje.
- Dificultades para el aprendizaje (entre 12% y 41% suelen necesitar apoyo escolar).
- Bajo rendimiento académico (del 12% al 35% suelen tener que repetir un curso).
Algunas causas:
- Enfermedades de la madre durante el embarazo.
- Virus en la primera infancia.
- Formación incompleta del oído.
- Enfermedades como sarampión, papera o meningitis.
Recomendaciones:
Realízele a sus niños al nacer la prueba del Tamizaje Auditivo y repítasela en los primeros años de vida. Para niños cuya audición es aparentemente normal deben continuar con las evaluaciones de la audición en las visitas regulares al médico.
Por lo general, las pruebas de la audición se realizan a los 4, 5, 6, 8, 10, 12, 15 y 18 años, y en cualquier otro momento si hay un motivo de preocupación.
Fuente de datos: Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
John Tracy Clinic, Phonax, Widex y KidsHealth.org Datos de la Comisión de Audiología de SEORL-CCC.
En Fundación Oír es Vivir ofrecemos varios exámenes audiológicos, evaluación de lenguaje, terapia de lenguaje, entre otros servicios que pueden ayudar a detectar cualquier tipo de pérdida auditiva, de manera que se pueda corregir y/o mejorar la audición del niño.
Además contamos con un programa de Dotación de Audífonos, mediante el cuál se le brinda a niños y adultos el Regalo del Sonido. Esta es sin duda una de las labores que mueve a Fundación Oír es Vivir.
Contáctanos para conocer con mayor detalle sobre este programa, la disponibilidad de audífonos para dotar y los requisitos que debe cumplir para ser considerado.
