Existen muchos factores que pueden afectar el desarrollo del lenguaje. Entre las causas más comunes están: antecedentes de infecciones de oído en los primeros años de vida, presencia de frenillo, alteraciones del paladar, falta de coordinación de labios, lengua y mandíbula.
Hay condiciones en que es recomendable la evaluación del lenguaje: cuando el niño pronuncia correctamente las palabras pero es incapaz de formular oraciones con sentido, cuando el niño es capaz de utilizar correctamente las palabras para expresar sus deseos e ideas, pero pocas personas fuera del ámbito familiar le entienden lo que habla, cuando presenta muchas sustituciones en los fonemas o cuando el niño habla bien y claramente pero tiene dificultades para seguir instrucciones.
La evaluación temprana del lenguaje permite determinar la causa de lenguaje inadecuado, diagnosticar si el lenguaje está acorde a la edad del niño, identificar los fonemas comprometidos y elaborar un plan de terapias.