Diversos estudios coinciden en señalar que la incidencia y repercusión del ruido es mayor en los hombres que en las mujeres. La estimación es que el riesgo de hipoacusia o pérdida auditiva por ruido es 2,5 veces mayor entre los varones que entre las féminas.
El primer estudio demográfico sobre la pérdida de audición inducida por ruido contó con la participación de cerca de 5.000 personas de entre 20 y 69 años, que se sometieron a pruebas audiométricas. Se detectó que más del 13 por ciento sufría hipoacusia inducida por ruido.
El motivo por el cual los hombres tienen más riesgo de pérdida auditiva, se debe al ambiente laboral, pues ellos ocupan en mayor número trabajos considerados como de más riesgo para la salud auditiva, como son aquellos relacionados con la construcción, servicios aeroportuarios en tierra, la carpintería o la caza, entre otras.
Referente a esto, otro estudio realizado en Estados Unidos pone de manifiesto que hombres y mujeres afrontan de forma diferente la pérdida de audición. Las mujeres asumen este problema de forma más positiva que ellos. Este estudio señala que los hombres, en comparación con las mujeres, tienden a revelar su pérdida de audición de forma directa, sin profundizar en el impacto que tiene en su capacidad de comunicación, o el modo en el que pueden ayudarles.
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