Se estima que alrededor de 1/3 de los mayores de 60 años presentan algún grado de presbiacusia, aumentando considerablemente en los mayores de 80 años

La presbiacusia, se produce por un deterioro progresivo del oído interno a causa de la edad.

• El habla de otras personas suena arrastrada o como balbuceo.
• Los sonidos agudos, como las eses, son difíciles de distinguir.
• Las conversaciones son difíciles de comprender, en especial cuando hay ruido de fondo.

• Aislamiento social.
• Depresión.
• Deterioro en la calidad de vida.
• Pérdida de confianza.
• Disminuye habilidades de conducir y de ser independiente.
• Propensión a accidentes domésticos.

Las pruebas que comúnmente se aplican para examinar el nivel de pérdida ante la presbiacusia son una otoscopia, una audiometría tonal y una audiometría verbal.

En el seguimiento de la presbiacusia se demuestra habitualmente un descenso de 5-6 decibelios por década de vida.

En sí no es una enfermedad, pero sí es el resultado del envejecimiento de las conexiones neurosensoriales de la audición. Si se presenta antes de los 50 años se considera entonces patológica.

Hay factores que potencian su aparición como traumatismos, infecciones auditivas, hipertensión, diabetes u otro tipo de enfermedades.

Evitarlos o corregirlos favorece el que no aparezca. Pero su factor condicionante es el envejecimiento, y éste no puede corregirse.

El tratamiento recomendado es el uso de audífonos, los cuales ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes que han dejado de oír bien.

Es habitual que esta pérdida auditiva sea progresiva y casi por igual en los dos oídos.

La Organización Mundial de la Salud vaticina unos 500 millones de personas en el mundo con presbiacusia en 2025. Detectar en los mayores la pérdida de audición a tiempo nos permite tratarla para garantizar mejor calidad de vida.

Detectarla a tiempo en los niños nos permite diagnosticarla y brindarles educación y apoyo para que logren hablar y minimizar atrasos en su desarrollo cognitivo y social.

Invitamos a todos a realizarse una prueba de audición anual.