Los audífonos son de uso médico y los amplificadores sirven para aumentar el sonido, pero en ningún caso compensan las deficiencias auditivas. El audífono procesa los sonidos tal y como los necesita cada paciente, según el grado de hipoacusia (pérdida de la audición), regulando los sonidos que penetran en el canal auditivo. En ese sentido, es importante aclarar que los audífonos se utilizan tras un diagnóstico especializado y por recomendación médica. El amplificador únicamente aumenta la intensidad del sonido que ingresa al oído sin discriminar entre graves y agudos, es decir, este aparato no se adapta a las condiciones específicas de la persona ni tiene en cuenta sus necesidades auditivas. Incluso, usar amplificadores podría producir daños graves en el oído de la persona.
Fuente: http://www.crauditiva.com